Ulises y su Metis
Una de las cuestiones fascinantes de la Odisea de Homero, es que
trata de un rey que a pesar de serlo tiene que luchar continuamente
por su supervivencia venciendo peligros extremos utilizando su
ingenio. Desde el comienzo de su largo viaje, Ulises activa un modelo
de masculinidad diferente del que podríamos haber esperado, el
aquíleo, restringido al campo de la lucha. Aquiles, un semidiós, el
mayor guerrero de la Ilíada de Homero y compañero de batalla de
Ulises en la guerra de Troya, pierde su vida al servicio de la
nación. La idea de heroísmo es definida a lo largo de las batallas,
y Aquiles encarna su ideal. A pesar de todo es Hércules el mayor
héroe griego, primitivo y violento, quien expresa mejor el concepto
arcaico de las cualidades del hombre tal y como fue construido
durante en tiempos de Homero. Ulises es recordado no como un campeón
fuerte musculoso, sino como un hombre legendario cuya curiosidad se
expresa geográficamente en un largo viaje similar al de un judío
errante. Aunque condenado a vagar finalmente consigue volver a Ítaca,
su hogar, con más memorias y experiencias que ninguna otra persona
en el mundo del la antigüedad. Ulises, mañoso y con ingenio lo
consigue todo gracias a Metis (la inteligencia avispada, la astucia).
La palabra griega “metis” se
refiere a una doble cualidad que aúna astucia y sabiduría.
En la mitología, Metis fue el primer amor y la primera
esposa de Zeus, a quien solía servir de consejera. Cuando anunció a
este último que le iba a dar primero una hija, y luego un hijo a
quien correspondería el gobierno del mundo, Zeus, temeroso de que la
profecía se cumpliese, la devoró. Su hija, Atenea, nacería más
tarde de la cabeza de Zeus. Es este hecho de que fuese el propio Zeus
quien dio a luz a Atenea, la razón de que la mayoría de los
escritores de la Antigüedad representen a Atenea como una diosa sin
madre, olvidando citar a Metis. También es la causa de que en la
simbología de los nombres los poemas homéricos den a Zeus el título
de “Metieta”, o “Zeus consejero”.
Rey Ubu y Duchamp
No hay duda de que Ulises es un héroe
astuto, pero ahora quisiera conectar su sabiduría con la de otras
dos figuras bien conocidas de la modernidad. Quiero tratar de
conectar a Ulises con Padre Ubú, el protagonista de las obras de
teatro de Alfred Jarry, y con otro superhéroe de la modernidad,
Marcel Duchamp.
¿Por qué esta inhabitual vinculación?
El Padre Ubu, caricatura infantil de profesor de física de Alfred
Jarry, es una personalidad teatral inventada. La creación de un
escritor simbolista provocador que tuvo al menos un ilustre epígono.
Me refiero a Marcel Duchamp, tal vez el artista más cínico de la
generación siguiente y de las que vinieron después. Mejor que
comparar a escritor y artista, es comparar a la creación de Jarry,
el “Rey Ubú”, con Marcel Duchamp. Fue este último quien dijo él
mismo “Rabelais y Jarry son mis dioses, evidentemente”. La lista
de referencias a Jarry en la obra de Duchamp es larga. Normalmente,
el paralelismo de su obra y la de Jarry se establece a partir de su
mutua obsesión con los descubrimientos científicos, desde la
electricidad a la geometría no euclidiana o la cuarta dimensión. El el personaje de Jarry, Ubu Roi (Ubú Rey) es el que
mejor ofrece un espejo del estilo de vida de Duchamp, el mayor
“enfant terrible” de los tiempos modernos. Ambos tienen una
marcada tendencia al sarcasmo. Andrew Hugill, académico en estudios
patafísicos escribe: “Hay en él, como en el humor patafísico,
algo brutal y elegante”.
Un ejemplo que
permite captar esta simultánea expresión de brutalidad y elegancia
en el humor anti-utópico de Duchamp es el siguiente aforismo de su
publicación “Green Box” (1934). “Establecer una sociedad en la
que el individuo tiene que pagar por el aire que respira”. “En
caso de impago proceder, caso de ser necesario, simplemente a
asfixiarlo (corte suministro de aire)”. Lo que es seguro es que
Monsieur Ubú está familiarizado con este tipo de bromas. El humor,
cuando no el sarcasmo, es un método oficial de hacer comprender a
alguien la estructura de las políticas económicas contemporáneas.
Probablemente la vida aventurera de
Ulises podría servir como modelo del actual sistema económico, pero
¿ofrece algún tipo de ética financiera? ¿Y sus epígonos en el
mundo de la literatura y de la práctica artística?
Las notas introductorias de Ubú Rey
nos informan de que el carácter de Ubu “nació como una burla de
un profesor muy detestado, el pobre Monsieur Herbert”. M. Hubert
era en realidad un profesor gordo e incapaz en el liceo de Rennes,
que más tarde se convirtió en un político reaccionario local. Tal
y como quiso su inventor, Ubú se convirtió en la encarnación de
todas las características despreciables: es pomposo, vano, cruel,
estúpido, homicida, cobarde, avaricioso y autoritario. También
Ulises, el hombre de los mil recursos, es homicida y cruel,
destructor de las aguas de ciudades, y artífice de la caída de
Troya como Ubú lo es de la muerte del rey de Polonia y la mayor
parte de la familia real en Varsovia.
El Rey Ubú no sólo es un
guerrero cruel, sino que además trata de combinar la invasión
militar con su nueva idea de las “phinanzas”, con “ph” en
lugar de con “f”, una escuela financiera en la historia de la
economía.
Phynanza
Qué significa Phynanza?
Entre otros neologismos, la sátira
política de Jarry introduce el término Phynanza, que combina el
griego “physis” (naturaleza) y el latín “finanza”
(economía). Las palabras “phinanza” y “phinanciero” están
inspiradas por el aire pomposo de su profesor de física, Monsieur
Hébert. Como ya se ha dicho, Hébert se convirtió en el modelo
inicial para la figura cómica del Padre Ubú, y la obra de teatro de
Jarry condena la manipulación del poder presentando a Ubú como un
coronel que usurpa el trono del rey de Polonia. Convirtiéndose en
rey, el Padre Ubú “personifica para el escritor toda la fealdad
del mundo”.
El crítico belga Thierry
du Duve ha planteado con éxito la cuestión del artista como
financiero interpretando a Marcel Duchamp como el “listo financiero
que posee el secreto del valor de cambio artístico”.
Así pues, al
responder a la cuestión de qué es “phinanza” con “ph” y de
identificar las característias del “phinanciero” tanto de Jarry
como de Duchamp, podríamos simplemente identificarlo con la codicia
económica que refleja la influencia de la globalización de la
actividad corporativa.
Las
delicadas maneras de Duchamp hacen que no parezca un codicioso cerdo
capitalista, pero el artista, famoso por la flexibilidad de todos los
aspectos de su vida, proporciona al menos una respuesta positiva a la
siguiente cuestión que tiene que ver con la economía: “¿Puede
uno hacer obras que no sean obras de arte?”. En la obra de teatro
de Jarry, el Padre Ubú se llama a si mismo “maestro de la
phinanza”.
La misma pregunta
se plantea respecto a Ulises: “¿Puede alguien convertirse en héroe
evitando el modelo de Hércules y Aquiles, encontrando soluciones
ingeniosas a problemas que normalmente requieren acciones heroicas?”.
¿Puede alguien
hacerse rico sin trabajar? Esta sería al menos la pregunta común a
las tres figuras legendarias: al Ulises de Homero, a la marioneta de
Alfred Jarry, el Padre Ubú, y a la “persona phinanciera” de
Marcel Duchamp.
Fuente
Duchamp se da cuenta del arco de la
especulación en su propia práctica. Bajo el nombre de R.
Mutt compra un orinal de porcelana que presenta, bajo el título de
“Fuente” a la sociedad de artistas independientes, de la que él
mismo era presidente y accionista. Duchamp solía tener más de una
personalidad jugando así en todos los campos posibles. Al igual que
“Ulises”, su “metis” le lleva a adoptar diferentes modos de
aproximarse a un problema para resolverlo. Puesto que uno de los
problemas principales en la vida humana es el financiero, Duchamp
optó por la opción existencial de negar que existe problema alguno,
haciendo su famosa afirmación “no hay solución porque no hay
problema”.
Como pintor había recibido
reconocimiento por su “Desnudo bajando la escalera”. Pero Duchamp
como artista bajo el seudónimo R. Mutt no hizo la fuente. Negándose
a volverse un artesano, la compró al manufacturero J.L.Mott, que se
la vendió a R. Mutt. Duchamp, en calidad de Mutt, entregó un
depósito prometiendo pagar el resto pronto pues contaba con vender
el objeto con margen de beneficio. Duchamp introdujo nuevas prácticas
en la política comercial del mercado del arte.
Según el diccionario, especulación
es el acto de entrar en transacciones de negocios que entrañan
riesgo considerable pero ofrecen la posibilidad de grandes
beneficios, con la esperanza de beneficiarse de las fluctuaciones del
mercado. El Rey Ubú es un héroe codicioso que gana especulando el
dinero que a Jarry le gustaría ganar en la práctica, y que en la
vida real Duchamp consigue sin grandes dificultades.
“Arrhes” en francés, o “contrato de arras” en
español, es un contrato privado, donde las
partes pactan la reserva de la compraventa de bienes o inmuebles
como una vivienda, entregándose como prueba una cantidad de dinero
en concepto de senal. Forma parte de los denominados precontratos,
dado que lo que se está contratando es la obligación de firmar un
contrato (el de compraventa) en el futuro.
En francés “arrhes” existe sólo
en plural. ¿Por qué Duchamp escribe arrhe en singular? Si “arrhe”
es a “art” lo que “shite” a “shit”, entonces significa el
singular avance del pago singular. Arrhe sin “s” suena igual que
“art”. Depósito, suena en francés igual que arte. Pero depósito
en francés se dice en plural, refiriéndose el pago singular de
“arrhe” sin “s” sólo a un tipo de arte. Al arte femenino que
es “la” pintura y no al resto de las artes, que tienen una
definición de género. Thierry de Duve sostiene que en tanto que
palabra con género, el arte como pintura se refiere sólo a la mitad
de la humanidad y se muestra femenino. Duchamp pinta a la virgen y a
la novia en el “Pasaje de la Virgen a novia” (1912) pero para la
exposición decide no pintar sino exponer un “objet trouvé”. Con
un orinal al que denomina “fuente” mantiene la identificación
femenina con el sujeto a través del género femenino del objeto. Al
fin y al cabo es el lugar en donde los hombres exhiben sus genitales
y mean.
¿Dónde encontrar el deseo de
“phinanza” en los viajes de Ulises?
¿Es posible trasplantar el término
finanza de la codicia de un profesor de física al rediseño de la
economía de la naturaleza, tal y como la misma etimología del
término sugiere? Trabajos recientes realizados en Grecia sobre el
humor absurdo y las cualidades anárquicas de las cualidades de los
escritos de Jarry parecen hacer uso de los principios de una
“phinanza” reinventada que contiene restos de las nociones de
esfuerzo físico y de autarquía. No más tácticas geofinancieras de
Ulises exploradas a través de los océanos, de la bárbara pasión
del dinero por el Rey Ubú o incluso de la cínica práctica de
Duchamp de ganar dinero sin dolor físico
Artistas griegas de los últimos años
como Martha Dimitropoulou, Dora Economou, Vasso Gavaisse, Evangelia
Spiliopoulou, o Maro Fasouli podrían ser caracterizadas a partir de
su aproximación herética contraria al ideal masculino de formas
geométricas y minimalismo.
Dora Economou, "Round Idea", 2014
Se las puede reevaluar a través de sus
“modos phinancieros” de expresión dentro de un vocabulario
abstracto o estructurado en el que la tradición conceptual se
enfrenta al fin de la
vieja dicotomía patriarcal entre naturaleza y
sociedad.
Vasso Gavaisse, Azurro, 2011
Esta es una breve referencia visual de su trabajo. No voy a insistir en hacer
una presentación detallada de
sus obras. Apenas unas fotos para dar una idea del modo en que estas
artistas se apropian del viejo campo de la “phinanza” política y
cómo construyen nuevas experiencias.Su trabajo, a menudo frágil y
compuesto de materiales humildes, parece contener una conexión
implícita con las antiguas raíces de la economía, la política de
una economía doméstica que puede ser retrotraída al término
griego “oikónomos” (es decir, el que gobierna un hogar), que
deriva del término “oíkos” (casa) y “némo” (manejar,
distribuir).
Evangelia Spiliopoulou, "In Charge of the Celestial Gods", 2013
Reformulando esta cuestión como la del
artista como financiero ( en el sentido etimológico), podemos
explorar las críticas relaciones entre la economía del hogar y la
geontología, así como interrogarnos a propósito de la “phísica”
de los materiales del artista. El arte contemporáneo, y en especial
el reciente interés por las posibilidades del objeto no glamuroso
nos llevan a plantearnos nuevos interrogantes sobre la práctica
estética. Primera entre tales preguntas está la del papel de tal
objeto en el “ecoteatro”, pero esta vez sin la codicia del Padre
Ubú y sin las tácticas especulativas de Marcel Duchamp.
Maro Fasouli, Untitled, 2012
Así es como la práctica del arte se
puede volver femenina, no por causa de la voluntad del artista
masculino de dedicarse a la femenina “pintura” y otras fantasías
masculinas, sino porque la práctica artística puede ser analizada
como cultura. El arte es el proceso de una variedad de modos de
cultivar que pueden ser percibidos como como fragmentos de ambientes
geofísicos. Un nuevo culto de la domesticidad podría ser redefinido
en torno al hogar sin la extendida tristeza de las mujeres propia del
matrimonio y el ser esposa, descrito como el “problema sin nombre”
en “La mística de la feminidad” de Betty Friedan, publicada a
comienzos de los 60.
Para ser femenino el arte requiere una cierta geografía,
desarrollando el discurso de un punto de vista geontológico. Es el
momento en que Penélope toma su venganza.
Kostis
Velonis, Talk at the Funcion Lenguaje, Madrid
Translated
from English to Spanish by Hector Nuñez Amor.